Los aficionados al Slot estamos de
enhorabuena con el más que acertado estreno de
MSSlot de
Mario
Sesma, ofreciendo al mercado todo un clásico que bien podríamos bautizar como
"el eslabón perdido" entre el 250 GT SWB (Slot Classic) y el 250 GTO (Fly/Pink Car/Racer).
Menos desconocido para los amantes de Le Mans y/o Ferrari e incluso menos para los que posean el
libro de 132 páginas, con introducción de Sergio Pininfarina y escrito por
Stirling Moss, dedicado totalmente en exclusiva al
modelo y chasis, hoy
protagonista. Todo comenzaría en Febrero de 1961 con el
comunicado por parte de la
FIA, que a partir de 1962 para el
campeonato mundial de constructores
solo puntuaría la categoría GT, en lugar de la Sport creada desde 1953 donde
Ferrari había sido el gran dominador ganando en
7 de 9. Una medida diseñada para desbancar a Ferrrari del trono, pero también para
promocionar los
vehículos producidos en serie con un mínimo de 100 unidades, otorgando todo el protagonismo a los GT incluso creando diferentes categorías, donde Ferrari también era claro favorito con el
imbatible SWB para los mayores de 2.000cc. Aunque seguramente hubieran continuado ganando carreras, el Short Wheel Base se mostraba en algunos
aspectos obsoleto y lo más importante, dejar en
manos privadas el campeonato de constructores era
demasiado arriesgado, Ferrari debía
mejorar su GT y que mejor que partir de una
evolución y contar todas las unidades con el objetivo de conseguir el "omologato"...
Ferrari 250 GT Sperimentale - Le Mans 1961 (Chasis 2643GT)
(Pilotos Fernando Tavano y Giancarlo Baghetti)
Cinco prototipos preceden la producción del Ferrari
250 GTO, desde el
tercero chasis 2053GT al que deberíamos adjudicar su diseño integramente a Gioto Bizarrini y
Carlo Chiti antes de su famosa huída a la escudería Serenissima,
su forma ya se identifica perfectamente con el
definitivo GTO.
En cambio
el primero vestido por Pininfarina como Touring chasis 2429GT, no tuvo vocación de Sperimentale ya que no participó en ninguna carrera y fue
vendido a un particular Francés. El
segundo nuestro protagonista un chasis SWB con
motor del Testa Rosa,
300 cv debido a su V12 de 2953cc con 6 carburadores Weber de doble cuerpo y cárter seco, que enviaría con urgencia Ferrari a
Pininfarina. Al final llegaría a tiempo para Le Mans de 1961, con una
carrocería en aluminio única de carácter deportivo, con similitudes al Ferrari 400 Super América y al TDF, convirtiéndose en auténtico banco de pruebas y primera
antesala real del GTO.
Los
pilotos serían Fernando
Tavano y Giancarlo
Baghetti, según el tomo 2 de la biblia fotográfica de LeMans Racing,
un premio de
Ferrari por
ganar la misma carrera
el año anterior en la categoría GT
sustituyendo al herido Jo Schlesser en los test de Abril, pero quién mejor debió pensar el commendatore para poner a punto su nuevo GT. No les faltó trabajo, pronto se darían cuenta de la
inestabilidad a altas velocidades en la recta de Mulsanne, aplicándole así su característico
alerón trasero. Los cambios resultaron realmente efectivos desde el principio fueron escalando posiciones, inscrito en la categoría de Sport cars pero
comparado con los GT,
acabaría delante de todos solo por detrás del 250 GT de la escudería NART pilotado por Stirling Moss y Graham Hill e incluso llegarían hasta la
8ª posición general, pero lamentablemente una fuga de aceite en la 13ª hora los retiraría de la carrera.

Tampoco el 250 GT de Stirling acabaría la carrera y por lo visto debió gustarle desde el retrovisor, ya que la
escudería NART acabaría
comprándolo y poniéndolo en escena en las 3 horas de
Daytona en Febrero de 1962, donde
Stirling Moss acabaría
4º en la general y debido a su extraña homologación
1º en la categoría GT. La siguiente carrera para nuestro protagonista sería en las
12 horas de Sebring, misma escudería pero con los pilotos Ed Hugus y Gorge Reed acabando
8º en la general. Y por ultimo mismo equipo y pilotos, después de la homologación del GTO participarían en las
Le Mans de 1962 acabando
9º en la general y
5º en la categoría GT de 3000cc. (Tanto la decoración de Daytona como la de Sebring también están disponibles por el fabricante)
En este caso es el RTR 86/150 built factory.


Partiendo de la base de que
todo es mejorable, en este caso e
hilando muy fino, podríamos hablar alegremente de la elección de las llantas, de intermitentes más reales, de una calandra y depósito de gasolina en metal fotograbado, un piloto de cuerpo entero y poco más, en realidad nos salimos de la perspectiva de lo que estamos valorando,
un KPP de Víctor de Natali al que se le ha
dotado un elenco de detalles. De entrada la
caja esta correctamente etiquetada e identificada con una foto, bien sabemos lo que compramos... la abrimos y voilá, nos espera el coche apoyado en una
peana de madera, de la que solo deberemos de tirar de una
cinta para su
segura extracción. El coche permanece impasible
sujeto por gomas entre los ejes al estilo Slot Classic, valorándolo podemos observar que su carrocería
transmite realismo a escala comparada con el 1/1, sobre todo las formas aerodinámicas y ensanchadas desde las puertas traseras y los angulados pasos de rueda delanteros, exacto
relieve longitudinal a ambos lado pintados acertadamente
en rojo y los cristales encajan perfectamente parecen incluso formar parte de la carrocería.

Además en absoluto parco en adornos
tomas de aire, manetas, faros, pilotos, limpias en metal, derivabrisas,
dobles escapes, hasta los
cierres del capó parecen estar hechos de cuero y la hebilla de metal. Por si fuera poco el despendio, los
dórsales estan colocados en la misma forma al original con tipografía más que correcta,
matrícula trasera con 2 pequeñas banderas al lado de la apertura del capó y el súmmum
logos de Ferrari a ambos lados y en el morro espectacular...Para más inri,
ambos kits son distintos debido principalmente a que uno tiene 3 limpias y el otro 2, el faro en el techo de la segunda versión y sobre todo el
inconfundible y destacado
alerón trasero del primero. Se percibe desde la lejanía más estudio y dedicación, que querer hacer negocio el primer dia,
con un PVP muy competitivo versus la calidad ofrecida del RTR (que es sin lugar a dudas el mejor remedio para evitar las carrocerías tipo Ocar o Ghost), al que suscribe no le queda más que esperar, la segunda referencia ya se esta cociendo...
En este caso es el RTR 87/150 built factory.
Convertido en un asiduo a los concursos eclipsado por el GTO, como si nadie se percatara de que todo empezó con el;
(Pebble Beach Concours 2011)
(Amelia Island Concours 2012)
Salud,
Toni Bareta
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